Desde que en el año 2016 asumiera las riendas de la FIFA el suizo Gianni Infantino, el ente rector del futbol mundial ha emprendido una ola de reformas en el ámbito del deporte rey, cambios que van desde la materialización de la introducción de la tecnología al deporte como el caso del VAR, para mejorar el arbitraje en cada partido, hasta ideas extremas que se encuentran en el papel como propuestas tal y como lo es la eliminación de los saques de banda o la paralización del tiempo de juego al momento de que salga de juego el balón; de la mano con las reformas dentro del deporte, se han emprendido reformas de índole administrativo y comercial para fomentar una nueva visión del fútbol mundial, la creación de nuevos torneos de selecciones como el caso de la UEFA Nations League, la modificación de otros existentes como el Mundial de Clubes constituyen ejemplos de ello.
Aunado a lo anterior, la incursión de los grandes capitales en el fútbol ha producido desde hace aproximadamente una década cierto desbalance entre clubes, motivado al gran poderío económico que tienen los unos respecto a los otros, el aumento de los presupuestos monetarios de los llamados “gigantes económicos” del fútbol ha contribuido a la mejora de sus instalaciones deportivas y fomento de las categorías inferiores, la expansión de las fronteras del fútbol y la consiguiente incursión de los equipos deportivos en países donde el fútbol no tiene mayor trascendencia se ha convertido en un factor esencial para la compra de jóvenes talentos por parte de los clubes y su posterior traslado a los países sede para su desarrollo en las categorías juveniles.
Los clubes han optado por formar a los juveniles en las categorías inferiores para dar inicio a la explotación del talento y con posterioridad traspasarlos a otros clubes para culminar la detonación de talento deportivo, sin embargo, esos traspasos no conllevan a la transferencia total de la ficha del jugador, pues se hace uso de las cesiones con la finalidad de que, una vez se considere que el jugador ya es lo suficientemente maduro, permanezca en el club cedente y se convierta en toda una estrella del deporte.
A pesar de lo anterior, las distorsiones suscitadas en el mundo del deporte por los grandes poderes económicos han causado que los resultados deportivos no sean los que se avizoraban con las inversiones monetarias, pues los clubes se han apartado de la visión formativa de sus canteras y el eficiente desarrollo individual de los futbolistas, ya que, se han dedicado al uso no ideal de las canteras y las transferencias de jugadores pues ello pareciera que últimamente las transferencias de los clubes las realizan únicamente para acaparar jugadores de manera indebida con tal de evitar que sus rivales tengan en sus filas a un determinado jugador. En el fútbol moderno, la visión integral del deporte pareciera haberse desvirtuado, pues la influencia del dinero es cada vez mayor, la adquisición de jóvenes talentos, los elevados salarios y la consiguiente imposición de exorbitantes cláusulas de recisión con tal de evitar la “fuga” de talentos por parte de los clubes constituye una alteración al desarrollo del deporte, pues estos jóvenes talentos se ven seducidos por los cantos de sirena del dinero.
La FIFA, con la finalidad de evitar o limitar la distorsión suscitada en el ámbito deportivo, ha implementado medidas con el objetivo de fomentar el desarrollo de las canteras y los jóvenes talentos, así como también intentar que estos logren una estabilidad bien sea en el club de origen o en otro club, la Premier League de Inglaterra ha sido tal vez la principal competición que ha utilizado de manera indiscriminada las transferencias (compra-venta, y cesiones) acaparando jóvenes talentos británicos en sus filas, despojando a clubes de menor categoría de sus potenciales estrellas e impidiendo en muchos casos que éstas alcancen el nivel prometido. En el primer nivel del futbol inglés pueden destacarse dos y hasta tres clubes principales que han aplicado una política indebida en el uso de las transferencias, como lo son el Chelsea FC, el Manchester United y el Manchester City, esto con motivo de la expansión e influencia de estos clubes a países del continente asiático, así como también lo han aplicado en el Reino Unido y en el resto de Europa.
De los anteriores clubes el caso más significativo es el Chelsea FC, club que ha sido sometido al escarnio público de la mala utilización de las cesiones y los problemas de los jugadores objeto de transferencias, la entidad londinense ha implementado una política de reclutamiento y cesiones que más allá de ser exitosa para los jugadores, ha resultado en muchos casos perjudiciales debido a las cesiones continuas a clubes de diferentes categorías, y sin llegar a consolidarse de manera definitiva en el primer equipo “Blue”, siendo uno de los casos más sonados el de Lucas Piazón quien llegó a la disciplina del equipo londinense en el año 2011 y transitó por diversas cesiones. Inclusive, en uno de los recientes mercados estivales de transferencias, el Chelsea FC llegó a ceder la impresionante cantidad de 40 jugadores de diferentes categorías a distintos clubes del mundo, con énfasis en las divisiones inferiores del fútbol británico, y en el mercado estival de 2021, cedió 19 jugadores.
Ahora bien, las nuevas normas acordadas por la FIFA buscan que la política de cesiones como la del Chelsea FC desaparezcan y las jóvenes promesas del fútbol logren estabilidad en sus clubes, se desarrollen correctamente, exploten al máximo nivel su potencial y exista un equilibrio competitivo entre los distintos clubes.
Éstas nuevas normas se aplicarán de manera progresiva a partir del mercado estival del 2022 en una primera fase aplicativa que abarcará desde el 01 de julio de dicho año hasta el 30 de junio de 2023, durante dicho período los clubes podrán ceder ocho jugadores profesionales (la mitad de los cedidos en verano del 2021 por el Chelsea FC) e incorporar por la misma vía igual cantidad de deportistas, con la limitante de que no podrán fichar mediante la cesión a más de 3 jugadores provenientes de un mismo club; a la postre, ésta cantidad irá disminuyendo a 7 para la temporada 2023-2024 y 6 para la 2024-2025, ello resultará aplicable solo para aquellos jugadores adquiridos por los clubes mediante la compra de sus fichas, quedando exentos aquellos formados desde chicos en las categorías inferiores del club y los mayores de 21 años. Aunado a lo anterior, se impone la prohibición de ceder jugadores que ya se encuentran cedidos a un tercer club.
Bajo una primera apreciación, es más que destacable la limitación en la cantidad de cesiones, para ello, éstas nuevas reglas se regirán por parámetros expresos determinados por la FIFA los cuales implican la negociación de las condiciones contractuales en las cuales se subsumirá la condición del jugador y del club.
Destacándose los siguientes aspectos:
1.- La necesidad de firmar un acuerdo en el cual queden plenamente definidos los términos en los cuales se va a efectuar la cesión, la duración de ésta y las condiciones económicas, como el porcentaje correspondiente a cada club para el pago del salario del jugador.
2.- La duración mínima de la cesión la cual será de un intervalo trascurrido entre dos períodos de inscripción y una duración máxima de un año.
Ello comporta una mayor claridad y efectividad en la negociación para evitar perjuicios económicos y personales del jugador cedido y evitar que alguno de los clubes involucrados en la negociación evada la responsabilidad contraída con el deportista, así como también que el primer club al cual fue cedido el jugador, transfiera a este a otro club bajo la misma figura de la cesión, causando la inestabilidad futbolística del deportista durante la temporada.
3.- La limitación de cesiones entre dos clubes por temporada, ya que solamente podrán cederse 3 jugadores y recibir en las mismas condiciones igual cantidad provenientes de un club en específico durante cualquier etapa de la temporada.
4.- La limitación a la cantidad de cesiones de jugadores por una temporada.
Estos dos últimos aspectos remarcan la visión de la FIFA de lograr el desarrollo y estabilidad individual de los jugadores en los clubes durante el desarrollo de la temporada evitando el cambio continuo de clubes en un año competencial. Ha de destacarse que éstas dos limitantes representan un pro en la estabilidad no solo del jugador sino de los clubes involucrados en la negociación ya que, en el caso de la limitación a las cesiones recíprocas impide el aprovechamiento de un club respecto al otro adquiriendo mediante la cesión de sus jugadores durante la temporada, así, no podrán sobrepasarse del límite de 3 jugadores por club en un mismo curso evitando el acaparamiento mediante cesión de las jóvenes promesas surgidas durante el desarrollo del año competitivo.
Asimismo, el impedimento de ceder a un jugador, cancelar la cesión, y volverlo a ceder a otro club queda implantado en las nuevas políticas de fichajes para evitar la evasión en el cumplimiento de las obligaciones de los clubes involucrados y de la responsabilidad que acarrea la incorporación de un nuevo jugador a las filas del equipo.
En conclusión, podría decirse que la nueva normativa en materia de cesiones acordada por la FIFA avizora un nuevo porvenir en el mundo del fútbol y promete lograr un mayor equilibrio competitivo y estabilidad en el proceso formativo del jugador, apartando parcialmente la posición mercantilista del fútbol moderno y así fomentar la formación de jóvenes talentos que a la postre contribuyan de manera determinante al club y a la selección nacional por la cual elijan jugar.
César Manuel Candiales García