Equivocarse es un Derecho propio del ser humano, olvidarle depende de la memoria de cada quien.
Pero equivocarse y publicarlo en las redes sociales, es otro asunto, porque para que las redes sociales lo olviden va a depender de las acciones judiciales apropiadas.
El derecho al olvido consiste en un derecho a eliminar la información personal publicada en la web y que afecta a una persona.
Más concretamente, existen 3 tipos de derecho al olvido:
- El derecho de oposición entra en juego en caso de que los datos personales de una persona se utilicen ilegalmente. Por otra parte, este derecho entra en juego si la persona en cuestión considera que la información que le concierne es inútil en relación con los motivos por los que fue publicada.
- El derecho de supresión admite los datos personales acumulados por los sitios web. Este es el derecho de una persona a solicitar a los propietarios del sitio que eliminen las URL de las publicaciones y artículos que lo mencionan. Este derecho también afecta a las fotografías y vídeos, así como a cualquier otro contenido que perjudique a su persona. Además de Internet, los medios digitales también se ven afectados por esta medida.
- La exclusión entra en juego cuando Google, Yahoo y otros motores de búsqueda indexan la información personal de un individuo. En este caso, éste podrá ejercer su derecho al olvido en los resultados del buscador con el fin de eliminar su nombre y sus datos de los catálogos de Google. Por lo tanto, después de una búsqueda, esta eliminación da como resultado URL que apuntan a páginas vacías.
El derecho al olvido en el mundo
Tras la sentencia del TJUE de 29 de mayo de 2014, la gran firma americana recibió más de 70.000 solicitudes relativas al derecho al olvido solo en Reino Unido. Sobre todo porque el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas favorece el derecho a la privacidad de las personas frente a la libertad de los motores de búsqueda.
Sin embargo, el jefe de la firma estadounidense criticó esta decisión por la colisión entre el derecho al olvido y el derecho a la información. Además, esta decisión obliga al buscador a eliminar enlaces a información desactualizada y errónea. Esta decisión implica también la supresión de información por interés general. Así, en el marco del tratamiento de las solicitudes de los internautas, la empresa estadounidense inicia una clasificación para determinar las solicitudes justificadas de las solicitudes abusivas.
La aparición del derecho al olvido ha despertado muchas reacciones en todo el mundo. Así, en Alemania se han presentado muchas solicitudes, en particular por parte de un académico. Solicitó la eliminación de 4 artículos de prensa que mostraban fotos antiguas del individuo. Sin embargo, el sujeto había cambiado de sexo y nombre y ya no quería ser identificado por su antiguo nombre. La firma rechazó su solicitud de relevancia para la vida profesional y la investigación científica. En Hungría, Google se negó a eliminar artículos sobre la condena penal de un alto funcionario. En Italia, Google ha acogido favorablemente la petición de una mujer que solicitaba la eliminación de un artículo antiguo en el que se mencionaba el asesinato de su marido y se incluía su nombre. Al contrario, la firma se negó a retirar artículos que contenían la demanda de un empresario contra un periódico en Polonia. Así, la empresa trata minuciosamente cada caso según la relevancia de las solicitudes.
Derecho al olvido: entre el derecho a la privacidad y la libertad de expresión
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ordena a Google cumplir con el derecho al olvido. Desde esa decisión, han surgido dos partidos: los defensores de la privacidad y los defensores de la libertad de expresión.
Los defensores del derecho al respeto a la vida privada piensan por un lado que Google tiene la obligación de borrar de su base de datos los enlaces que remiten a páginas con contenidos inútiles y comprometedores para las personas afectadas. Por otra parte, los partidarios de la libertad de expresión, en particular los medios de comunicación, califican este derecho de supresión a la censura.
Es por eso que Google ha decidido estudiar las solicitudes europeas gradualmente para encontrar un terreno común entre las dos partes. Por lo tanto, el gigante de Internet se vio obligado a dejar de lado la mitad de las solicitudes de los usuarios de Internet. Sin embargo, este rechazo ha alimentado el descontento entre los defensores de la privacidad.
Derecho al olvido en Google: ¿cómo funciona?
El derecho al olvido establecido por el TJUE obliga a Google y sus filiales a borrar y dar de baja de sus SERP los datos que sean lesivos para la privacidad de las personas físicas. Además, esta ley sigue siendo válida incluso para el contenido legal. Los enlaces de hipertexto para la referencia de páginas dudosas deben excluirse de los robots de indexación.
Por lo tanto, esta legislación tiene como objetivo preservar la reputación de las personas sujetas a difamación. Para obtener la luz verde de la firma, las solicitudes están sujetas a una evaluación. En efecto, la solicitud debe mencionar contenido obsoleto, difamatorio, inexacto o desactualizado. Por el contrario, la información de interés para el público (negligencia profesional, fraude, condena penal, etc.) permanece en el índice de Google.
Los pasos para iniciar una solicitud de derecho al olvido se realizan íntegramente por Abogado.
¿Cómo aborda Google concretamente el derecho al olvido?
Debido a su notoriedad en el mundo de la web, el gigante de Internet se ve obligado a hacer malabares entre su deber de respetar la privacidad y su reputación como fuente de información y contenido en línea.
Así, ante una solicitud de derecho al olvido, Google puede ofrecerle 3 respuestas diferentes. O simplemente acepta. En este caso, te dice que tus URL serán desindexadas en varias horas. O se niega. En este caso, se basa en uno de los 11 motivos de denegación, siendo el más frecuente “Concierne a su vida profesional”. O finalmente, Google te pide detalles antes de dar una respuesta definitiva.
Siendo necesario destacar que la negativa de google implica la apertura de la vía judicial.