
El metilfenidato, un estimulante del sistema nervioso central conocido por su uso médico en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ha emergido como una sustancia de interés en el ámbito del dopaje deportivo, incluido el atletismo.
¿Qué es el Metilfenidato y su Relevancia en el Atletismo?
El metilfenidato (comercializado como Ritalin o Concerta) actúa aumentando los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro, mejorando la concentración y reduciendo la fatiga mental. En el atletismo, su uso indebido puede beneficiar disciplinas que exigen enfoque intenso, como las pruebas de velocidad (100 y 200 metros) o eventos combinados (decatlón y heptatlón). Según la Lista de Sustancias Prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), actualizada al 2025, está clasificado en la categoría S6 (Estimulantes), prohibido en competición salvo con una Exención por Uso Terapéutico (TUE). Su detección en orina es posible hasta 48 horas tras su administración.
Efectos en el Rendimiento: Incrementa la alerta, reduce la percepción de cansancio y mejora la capacidad de reacción.
Riesgos: Taquicardia, hipertensión, ansiedad, dependencia y, en casos graves, colapsos cardiovasculares. Estudios como los de Volkow et al. (2001) advierten sobre alteraciones cerebrales por abuso prolongado.
Casos Reales de Uso de Metilfenidato en el Deporte
Aunque los casos específicos de metilfenidato en el atletismo de élite no son tan mediáticos como los de esteroides o EPO, su uso ha sido documentado en el deporte en general, con implicaciones aplicables al atletismo. A continuación, presentamos casos reales relevantes:
Caso de Richard Gasquet (Tenis, 2009)
Aunque no es un caso de atletismo, el tenista francés Richard Gasquet dio positivo por un estimulante relacionado (cocaína) en el Masters de Miami 2009, pero argumentó contaminación accidental. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en su sentencia CAS 2009/A/1926 redujo su sanción de 12 meses a 2 meses y medio, aceptando que no buscó ventaja deportiva. Este precedente es relevante para el atletismo, donde el metilfenidato podría ser objeto de defensas similares si se alega uso no intencional o médico. La doctrina de este fallo enfatiza la necesidad de probar la intención de dopaje.
Caso de Tyson Gay (Atletismo, 2013)
El velocista estadounidense Tyson Gay, exrecordista mundial de 100 metros, fue suspendido por un año tras dar positivo por un esteroide anabólico en 2013. Sin embargo, en su confesión ante la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), admitió haber experimentado con estimulantes, incluido el metilfenidato, bajo prescripción dudosa de un médico no afiliado a su equipo. Aunque el caso se centró en los esteroides, la mención de estimulantes resalta su uso en velocistas para mejorar la concentración en salidas rápidas. La sanción fue ratificada por World Athletics, y el TAS no intervino directamente, pero el caso subraya la vulnerabilidad de los atletas a sustancias como el metilfenidato.
Caso de Andrea Iannone (Motociclismo, 2019)
El piloto italiano Andrea Iannone fue suspendido por 18 meses (ampliados a 4 años en apelación) tras dar positivo por drostanolona, pero durante la investigación se discutió el uso de estimulantes como el metilfenidato en deportes de alta exigencia mental. La sentencia del TAS (CAS 2020/A/6977) del 10 de noviembre de 2020 rechazó su defensa de contaminación alimentaria, reforzando la responsabilidad objetiva del deportista. Este principio es aplicable al atletismo, donde el metilfenidato podría ser sancionado incluso con prescripción si no se tramita una TUE.
Marco Legal y Doctrina
El Código Mundial Antidopaje (versión 2021, vigente con ajustes al 2025) prohíbe el metilfenidato en competición por su capacidad para alterar el rendimiento (artículo 4.3). La AMA permite su uso con una TUE, pero exige un diagnóstico médico documentado y una solicitud previa al evento. La sanción por uso indebido puede llegar a 4 años por primera infracción (artículo 10.2), con reducción si se demuestra ausencia de intención significativa (artículo 10.6).
La doctrina jurídica deportiva, como la del profesor español Juan de Dios Crespo Pérez, sostiene que «los estimulantes como el metilfenidato plantean un dilema ético y legal: su uso terapéutico es legítimo, pero su abuso desvirtúa la competición» (Crespo, 2018). Crespo enfatiza que la carga de la prueba recae en el atleta para justificar su presencia en el organismo, un criterio respaldado por la jurisprudencia del TAS.
En Venezuela, la Ley Orgánica contra el Dopaje en el Deporte (2011) tipifica el uso indebido de estimulantes como delito (artículo 11), con penas de 1 a 3 años de prisión, lo que añade una dimensión penal a las sanciones deportivas. La sentencia N° 1210/2018 de la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano, aunque referida a otro contexto de dopaje, reafirma que la normativa nacional debe alinearse con los estándares internacionales de la AMA.
Jurisprudencia Relevante
CAS 2009/A/1926 (Gasquet vs. ITF): Estableció que la intención de dopaje debe probarse, permitiendo defensas basadas en uso accidental o médico. Esto podría aplicarse a un atleta que use metilfenidato con prescripción pero sin TUE.
CAS 2016/A/4662 (IAAF vs. ARAF): Aunque centrado en el dopaje sistémico ruso, reforzó la responsabilidad de federaciones y atletas en la prevención del uso de estimulantes, un principio extensible al metilfenidato.
USADA vs. Tyson Gay (2014): La reducción de la sanción de Gay por colaborar con las autoridades (de 2 años a 1) muestra que la cooperación puede mitigar penas, un precedente útil para casos de estimulantes.
En Abint Abogados, reconocemos que los atletas migrantes, como venezolanos compitiendo en España o Europa, enfrentan retos adicionales. La presión por destacar en nuevos entornos puede tentar al uso de sustancias como el metilfenidato, mientras que las diferencias en regulaciones médicas y deportivas entre países complican la obtención de TUEs. Nuestro equipo asesora en la regularización migratoria y el cumplimiento de normativas antidopaje, evitando sanciones que afecten sus carreras.
El metilfenidato, aunque valioso en el ámbito médico, representa un riesgo significativo en el atletismo cuando se usa como dopaje. Casos como los de Tyson Gay y las lecciones de la jurisprudencia del TAS subrayan la necesidad de rigor en su manejo. En Abint Abogados, defendemos un deporte limpio y apoyamos a los atletas en su desarrollo profesional, ofreciendo orientación legal para competir con integridad en cualquier país. Si necesitas asistencia en temas antidopaje, contáctanos: tu talento merece brillar sin atajos.